Se dice que Chinchero es el lugar de nacimiento del arco iris. En cualquier caso, una visita a este pequeño y muy bonito pueblo es muy recomendable: la iglesia colonial, fundada sobre restos incas, tiene un techo pintado absolutamente espléndido. También está rodeada de muros con grandes bloques de piedra tallada, típicos de las construcciones incas. En la plaza central está el museo de antropología que, aunque pequeño, es muy interesante; grandes terrazas se extienden fuera del pueblo, inmutables, restos de una época de gloria pasada. Bajando por el valle, un magnífico puente donde atraviesa el río Urubamba; el paseo entre los campos de maíz es muy agradable. Como en todo el valle sagrado, los habitantes se visten con sus ropas tradicionales, especialmente durante los mercados en la plaza del pueblo. Chinchero es menos turístico que en otros lugares, por lo tanto más auténtico. Un aire de vivacidad cruza todo el pueblo a pesar de un ritmo lento, típico de los Andes.